El otro día tuve una revelación en el súper (que ya es triste…). Me topé con unos mini biscotes redondos de la marca Bimbo que no había visto antes y que me llamaron la atención porque llevaban arándanos (¡con lo que me gustan!). Tuve un momento “oh!” y me acordé de estos biscotes que hacía tiempo había visto en un tweet de @Roseta_bcn. Así que pensé que estaría bien seguir su ejemplo y hacer mis propios biscotes, “normales” y con arándanos 🙂
@Roseta_bcn no tiene blog ni tropomil redes sociales pero sí una cuenta de Twitter muy interesante. Followeadla y preparaos para salivar con cada foto de magdalenas, pasta casera, (muchos) panes y panecillos…
La cestita la compré en la tienda online de Mr. Wonderful. Y es que, además de para guardar washi tapes, como cesta para pan es la mar de chula 😉
Los biscotes son muy fáciles de hacer y quedan muy buenos. Para hacerlos necesitamos hacer pan de molde. Si ya tenemos una receta que nos funciona y con la que hacemos normalmente pan de molde, perfecto. Si no, yo he probado la siguiente receta (la vi aquí) y ha quedado una masa muy manejable y un pan de molde muy bueno.
CÓMO HACER PAN DE MOLDE Y BISCOTES
Ingredientes
500 g de harina de fuerza (yo uso ésta de El Amasadero)
15 g de levadura fresca
100 ml de agua
200 ml de leche
1 1/2 cucharadita de sal
30 g de azúcar
60 g de mantequilla
Elaboración
Mezclamos todos los ingredientes en un bol, poniendo primero los sólidos y después los líquidos, y amasamos (a mano o a máquina) hasta formar una bola manejable.
Tapamos la masa con un film o trapo de cocina y dejamos que doble de volumen (unas 2h aproximadamente).
Una vez ha doblado de volumen, desgasamos ligeramente la masa, le damos forma y la ponemos en el molde. La volvemos a tapar y dejamos que vuelva a doblar de volumen (1h30 – 2h).
Pasado este tiempo, precalentamos el horno a 200º e introducimos el molde durante unos 30 – 35 minutos.
Y ya tenemos un pan de molde súper bueno. Si queremos hacer biscotes, hacemos lo siguiente.
Para hacer biscotes caseros
Dejamos el pan de molde secar (sin tapar, lo dejamos en un rinconcito de la cocina) durante 24 horas.
Al día siguiente, vamos cortando rebanadas y las dejamos secar un par de horas más antes de meterlas en el horno.
Ponemos las rebanadas de pan de molde en la bandeja del horno. Lo precalentamos a 200º y metemos las rebanadas unos 12 minutos (en mi horno). Se queman rápido así que no les quitéis el ojo de encima a partir de los 8 minutos.
Cuando ya estén tostaditos, los sacamos del horno. Apagamos el horno, dejamos que se enfríe un poco y volvemos a meter la bandeja con las rebanadas (con el horno apagado) hasta que se acaben de enfriar.
Una vez fríos, se conservan muy bien en un recipiente de lata. Y están buenísimos.