En estos días, la mayoría de blogs gastronómicos (qué pomposo suena…) están llenos de las mejores versiones de sus roscones de Reyes. Y éste, poco original que es una, pues también.
A la espera de aprender a hacer un roscón de Reyes tan chulo como éste de ganchillo, he hecho un montón de roscones (siguiendo esta receta). Tantos como cuatro. Están buenos (lo prueba que el primer día, entre lo que comimos y lo que repartimos, ya voló éste de una sentada) y el olor que queda en la cocina (y hasta en el horno) a agua de azahar y naranja es… mmmm, pero, aún y así, creo que queda un poco por mejorar para conseguir el roscón entre los roscones.
He hecho cuatro porque los dos primeros (con estas cantidades salen dos roscones medianitos) los hice con una harina y… aunque no quedó mal, el resultado no me acabó de convencer. Normalmente utilizo la harina panificable de Rincón del Segura, una harina ecológica muy buena que para panes es estupenda pero… creo que no es la más adecuada para masas enriquecidas.
Me parecía que debía quedar un roscón más esponjoso, más suave así que, al día siguiente, con una harina de fuerza tiradilla del súper (marca Harimsa) que era lo único que tenía a mano, probé a hacer otros. El resultado fue un poco más de lo mismo… Quedó bien, la masa subió, estaba bueno, peeero no lo estupendo y tiernísimo que a mi me hubiera gustado. Pesadita y tiquismiquis que es una, qué le voy a hacer ;P Pero, “fent i desfent es fa l’aprenent” (haciendo y deshaciendo se hace el aprendiz).
No es que yo sea una crack amasando, y seguramente eso también tiene algo que ver, pero creo que el “problemilla” (en caso de que lo haya y no sea yo una obsesiva, jeje) es la harina. Nota mental: la próxima vez voy a probar con esta harina de El Amasadero.
Y, ya puestos a hacer pruebas, este año he congelado uno de los roscones para que esté bien tierno para desayunar la mañana de Reyes 🙂
Y… tachán, tachán, ¡éste ha sido mi primer regalo! Sarai Llamas pasó parte del primer día del año haciendo este logo para regalarme 😀 Para mi es un detallazo encantador y se lo agradezco muchísimo. ¡Me gusta mucho. Mil gracias, Sarai!